jueves, 19 de julio de 2007

Relacionan el tamaño del daño cerebral con el déficit cognitivo.



Aunque la ciencia todavía discute cuál es la definición de "inteligencia", generalmente se la describe como la capacidad de resolver un amplio rango de desafíos de la vida cotidiana. Desde el punto de vista de la psicología experimental, los procesos que la determinan están estrechamente relacionados con regiones específicas del cerebro.
Ahora, un estudio de científicos argentinos y británicos que acaba de presentarse en Chicago, en la última reunión de la Organización para la Cartografía del Cerebro ( Organization for Human Brain Mapping) -la más importante en neuroimágenes y neurociencias cognitivas- reunió evidencias de que las zonas frontales y parietales son fundamentales para la inteligencia, y descubrió que en los pacientes con daño cerebral el tamaño de la lesión y su ubicacion permiten pronosticar el déficit cognitivo.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), liderado por Facundo Manes, y de la Unidad de Cognición y Neurociencias de la Universidad de Cambridge, dirigida por John Duncan, estudiaron a 82 pacientes con lesiones focales en distintas áreas del cerebro.
"Relacionamos el volumen de la lesión con el déficit en la inteligencia general -explica Manes, también director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro-. Luego, estudiamos con resonancia funcional las áreas no lesionadas cuando los pacientes realizaban tareas de inteligencia y razonamiento. Encontramos que el tamaño de la lesión y su localización predecían el déficit. Y que los que mejor rendían en la pruebas eran los pacientes que tenían preservados sistemas neurales parietales y frontales que, de acuerdo con trabajos previos, son críticos para la inteligencia general."
Según explica Manes, ya se había observado en experimentos con monos que las neuronas frontales codifican la información de casi todas las tareas cognitivas. Por otro lado, se vio en seres humanos que las lesiones frontales grandes tienden a estar asociadas con déficits en tareas de las que se podría decir que requieren un razonamiento inteligente.
"Este estudio en realidad consistió de dos experimentos -explica el investigador-: uno en pacientes con lesiones y otro en sujetos normales que realizaron tareas que involucran procesos inteligentes mientras estaban en un resonador funcional. Lo novedoso es que ofrece una información complementaria acerca de la relación entre el cerebro y las funciones cognitivas; por ejemplo, lesión del área 1 produce déficits en la prueba A; prueba A produce activación en el área 1 en sujetos normales."

¿Esto indica que existiría una "sede" de la inteligencia?

"No hablamos de una localización de la inteligencia como los antiguos frenólogos -contesta el científico-. El cerebro trabaja en red y cualquier actividad cognitiva requiere una contribución del cerebro en su conjunto. Sin embargo, hay áreas que son clave[epicentros]para una función cognitiva determinada, como las temporales para el lenguaje, ambos hipocampos para la memoria, ciertas regiones occipitales para el procesamiento de la información visual o el área fusiforme para el reconocimiento de caras. En todas estas actividades cognitivas [memoria, lenguaje, procesamiento visuoespacial, etcétera, hay actividad cerebral distribuida, pero además activación desproporcionada en ciertas regiones. Con este experimento demostramos que un patrón particular de actividad frontal y parietal sería fundamental para realizar pruebas de inteligencia general."
Fuente. Nora Bär

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