domingo, 25 de noviembre de 2007

La menstruación afecta el cerebro de las mujeres



El resultado publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences muestra las áreas cerebrales que son afectadas a lo largo del ciclo menstrual. Estas áreas exhiben una actividad que depende del día del ciclo en el que se encuentre la mujer.

Este resultado provee de la base necesaria para entender mejor el cambio en el comportamiento emocional que experimentan el 75% de las mujeres durante y justo antes de tener el periodo, o lo que se ha venido en llamar síndrome premenstrual.

Probablemente este resultado no es ninguna novedad para mujeres que se encuentran tristes o irritables durante esos días. Es de suponer que tampoco lo es para sus parejas. Aunque se había investigado bastante en la influencia de las hormonas sobre el sistema nervioso no se había realizado un trabajo destacable sobre la influencia del ciclo menstrual sobre las emociones hasta ahora, a pesar de haber un interés claro sobre el tema y del posible negocio con potenciales tratamientos farmacológicos.

Ahora la neuróloga Xenia Protopopescu y su equipo de Weill Medical College de Cornell University han utilizado imágenes de resonancia magnética nuclear para monitorizar la actividad del córtex orbitofrontal. Se sabe que esta región cerebral estás relacionada con la regulación de las emociones y el control del comportamiento en general.

Los sujetos del estudio fueron 12 mujeres sanas de entre 22 y 35 años de edad. Las mujeres que fueron seleccionadas afirmaban no padecer ningún síntoma de trastorno premenstrual como fatiga, irritabilidad, tensión, depresión, pérdida de control, trastornos del sueño, etc. De este modo la investigadora contaba con una base sobre la que estudiar posteriormente otros casos con síntomas más evidentes.

Se monitorizó el área en cuestión mientras se les comunicaban palabras negativas, neutras o positivas a las que había que dar respuesta apretando un botón. El experimento se realizó antes y después de tener el periodo, para medir así su respuesta emocional en función del mismo.

El análisis se hizo a través de imágenes obtenidas por resonancia magnética nuclear, que mide pequeños cambios en el metabolismo cerebral.

Los investigadores encontraron que durante un periodo de uno a cinco días antes de bajarles la regla, las mujeres mostraron una actividad mayor en la parte central del área cerebral en cuestión y menos en los laterales. Después de tener la regla el patrón se equilibraba con más actividad en los laterales y menos en la parte central.

Las mujeres afirmaban no experimentar ningún trastorno o sentimiento especial a lo largo del mes. Para explicar esto los investigadores han tenido en cuenta la naturaleza de esta región cerebral y especulan que este cambio en la actividad tiene un propósito modulante.

Según el artículo el traslado de la actividad de una región a otra del cerebro podría reflejar la habilidad que tiene el cerebro de compensar el cambio hormonal y ayudar a la mujer a mantener estable su estado emocional, aunque estén bajo la influencia de un “subidón” hormonal.

Los científicos de este grupo están ahora comparando estos resultados con los obtenidos de mujeres que padecen síntomas severos relacionados con el síndrome premenstrual.

Quizás se pueda dar pronto una solución a las mujeres que padecen este tipo de trastorno y se pueda diseñar especialmente fármacos mejores que ayuden realmente a estas personas.

Fuente: Prensa Proceedings of the National Academy of Sciences



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domingo, 11 de noviembre de 2007

Un “hoyo de gusano electromagnético” podría hacer invisibles los objetos


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Un grupo de matemáticos, incluido Allan Greenleaf de la Universidad de Rochester, ha pensado recientemente cómo construir tal artefacto. No se trata de lo que comúnmente se conoce como “hoyo de gusano” (una curva teórica en el espacio-tiempo que puede servir como atajo para viajar grandes distancias). En lugar de esto, una vez entrando por uno de los lados de este túnel, el objeto sería electromagnéticamente invisible a la observación externa hasta que emergiera al otro lado, dice Greenleaf. Este túnel cobraría estas propiedades mediante una cubierta de “metamateriales”, un tipo experimental de sustancias artificiales con propiedades únicas, como la de curvar la luz de maneras nunca antes vistas. Los científicos de hecho ya están poniendo en práctica este sistema. En Duke University, por ejemplo, los investigadores a cargo de David Smith demostraron con éxito que un escudo de metamateriales de 13 centímetros de ancho se volvían “invisibles”, aunque esto por el momento solo funciona en dos dimensiones y en frecuencias de microondas. Para extender estas propiedades a tres dimensiones, Greenleaf propone la construcción de un artefacto que parece la manija de una puerta: dos esferas de metamateriales se hacen unir en un cilindro. “Las ondas solo podrían entrar en el túnel por los extremos”, dice Greenleaf.

Quizás difícil de entender, pero las aplicaciones prácticas podrían incluir, en breve, su utilización para disminuir los campos magnéticos producidos por ciertos instrumentos quirúrgicos durante las operaciones. También, para detectar cosas que “no se ven”, como fisuras en las alas de los aviones.

Fuente. Universidad de Rochester


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